Iniciamos este blog “Con Perspectiva” con la ilusión de compartir reflexiones y soluciones que trabajamos cada día con nuestros clientes y amigos; de compartir la convicción de que la comunicación de empresas, proyectos y directivos es un trabajo compartido, basado en la creatividad y en la confianza mutua, incondicional.
Por eso esta primera reflexión se dirige a los líderes de organizaciones y empresas que buscan la fórmula para controlar e impulsar su marca y su imagen. Un ejemplo evidente de la repercusión de esa marca personal han sido las conocidas declaraciones de un CEO de una marca de ropa para adolescentes: “no hacemos ropa para gordas ni para chicos que no sean cool”. Él intentaba resucitar una marca de ropa dirigiéndose sólo a “los populares” del instituto. Era su estrategia. El que no fuera guay, mejor que consumiera en otro lugar. Pero, entonces, un escritor y cineasta, indignado por el elitismo y desprecio a muchos grupos de personas, se apresuró a regalar camisetas de la marca a “homeless” y gente obesa, rodar un corto con ellos y difundirlo por youtube. Se hizo viral, la reputación del líder y su marca cayeron por los suelos y el susto en la empresa fue mayúsculo. Y lo sigue siendo cíclicamente porque, de vez en cuando, esas declaraciones vuelven a reproducirse como ha ocurrido recientemente.
¿Era tan difícil lanzar un mensaje más elaborado? ¿Es tan difícil controlarse en la comunicación?
Creo que el primer paso en la asesoría a un directivo que busca la Excelencia en su marca y tener una excelente marca digital es introducir la comunicación en su ADN. Debe entender que el alcance de cualquier mensaje repercute en su imagen y en la de su empresa. Pueden darse dos tipos de líderes en ese sentido, los que disfrutan comunicando y tienen facilidad por carácter y los que ven mayor valor en el perfil bajo y discreción. Y pueden darse también muy diversas circunstancias que lleven en dos direcciones distintas: discreción o agresividad y primer plano, según las circunstancias.
En cualquiera de los dos supuestos, la comunicación amplía o reduce el valor y resultados de los proyectos alcanzados. En cualquiera de ellos, debe interiorizar la comunicación como responsabilidad propia. Confiar en la visión del profesional, de absoluta confianza, lo hará muy fácil. Sobre todo, en este momento, cuando las redes sociales son un escaparate apasionante y atractivo, pero muy expuesto para cualquier proyecto.